Presbiterianismo
El Presbiterianismo es una rama del Protestantismo que tiene sus raíces doctrinales en el Calvinismo e institucionales en la Reforma Protestante en Escocia, liderada porJohn Knox. Los presbiterianos tuvieron gran importancia en el desarrollo inicial de la democracia de Estados Unidos y la Constitución de este país se inspiró en buena medida en su forma de gobierno representativo. Asimismo, fundaron Universidades como la de Princeton. En la actualidad hay más de 75 millones de presbiterianos y reformados agrupados en la Alianza Reformada Mundial, que en su mayoría se integran también en el Consejo Mundial de Iglesias.
[editar]Historia del Presbiterianismo
El origen del presbiterianismo se remonta al principio de la Reforma Protestante del siglo XVI, más precisamente a las reformas protestantes suiza y escocesa, lideradas por personajes como Ulrico Zuinglio, Juan Calvino, Juan Knox y Heinrich Bullinger.
Estas denominaciones derivan su nombre de la palabra griega presbyteros, que significa literalmente "anciano". La iglesia es administrada a través de "presbíteros", elegidos democráticamente por las comunidades de cristianos locales, cuyas comunidades son gobernadas por un "consistorio" o "consejo" de presbíteros. Estos delegados también integran los concilios de la Iglesia, que son losPresbiterios, Sínodos y la Asamblea General, Concilio Nacional o Supremo Concilio. Los presbíteros pueden ser regentes (que gobiernan) y docentes (que enseñan, es decir, los pastores).
El gobierno presbiteriano es común a las Iglesias protestantes que siguieron más de cerca el modelo de la Reforma protestante de Suiza. En Inglaterra,Escocia e Irlanda, las Iglesias reformadas que adoptaron un gobierno presbiteriano en vez del episcopal, pasaron a ser
conocidas (como es natural) como la Iglesia Presbiteriana.
[editar]Teología
En cuanto a la teología, las Iglesias Presbiterianas se basan en las enseñanzas de la Biblia y tienen aJuan Calvino (1509-1564) como uno de los comentaristas más destacados. Aceptan tanto el Credo de los Apóstoles como el Credo Niceno. Como el resto de los protestantes, los presbiterianos creen que la salvación es sólo por fe, no por obras, y que no se debe establecer como doctrina ninguna enseñanza que no esté recogida, de forma explícita o implícita, en las páginas de la Biblia. Rechazan la veneración de las imágenes, las oraciones por los difuntos, la intercesión de los santos, así como la autoridad de la tradición eclesiástica y la autoridad del Papado, si bien algunas denominaciones presbiterianas de algunos países mantienen una relación ecuménica cordial con la Iglesia Católica. Tampoco creen en la asunción de María ni en su perpetua virginidad.
Entre sus énfasis están la soberanía de Dios, la elección divina, la importancia céntrica de la Palabra y los sacramentos (bautismo y santa cena o eucaristía), el concepto del pacto, la validez permanente de la ley moral y la perfecta conciliación de la piedad y el cultivo intelectual. Su fe es recogida en las notables formulaciones confesionales (confesiones de fe y catecismos), elaboradas por los reformadores de los siglos XVI y XVII. De éstas, destaca la Confesión de Fe de Westminster, elaborada por la Asamblea de Westminster reunida en Londres en la década de 1640.
Dicho conjunto de convicciones presbiterianas se denomina Teología reformada o calvinista, aunque, a diferencia de Calvino, los presbiterianos no enseñan que Dios haya predestinado a unos hombres para salvación y a otros para condenación, sino que Dios, aunque todos los seres humanos merecen el castigo por su propia naturaleza pecaminosa y por su rechazo de Dios, decidió elegir a un número determinado para salvación, gratuitamente, y a los demás dejarlos seguir su derrotero. Así pues, la mayor parte de los presbiterianos son calvinistas infralapsarios, no supralapsarios, y desde el siglo XX sus doctrinas de la gracia todavía se han matizado y enriquecido más debido a la influencia de teólogos reformados como Karl Barth y Emile Brunner, y por la relación estrecha con otras Iglesias no calvinistas (como las luteranas o las metodistas), con las que han llegado a formar Iglesias protestantes unidas en determinados países (Canadá, Francia, España, Holanda...).
[editar]Doctrina
Una característica importante de la Iglesia presbiteriana es su doctrina. Como se menciona previamente, las enseñanzas de esta organización religiosa se basan en la Biblia y tienen a Juan Calvino y otros como principales comentaristas. Una asamblea instituida en Westminster, en el año de 1643 aceptó la doctrina calvinista y la plasmaron en lo que es "El Catecismo Mayor" y la "Confesión de Fe". La Doctrina se basa fundamentalmente en la inspiración de la Escritura, la divinidad de Jesucristo, la expiación, la regeneración, el arrepentimiento, la justificación por la fe, la santificación, la adopción, la resurrección de Jesucristo, su ministerio de intercesión y su segunda venida. La Doctrina Presbiteriana se ocupa en poner especial atención a la exaltación de Dios, su soberanía y la predestinación (un plan de Dios mediante el cual escogió a sus hijos desde antes de la fundación del mundo). Esta última doctrina se enseña de forma más moderada y matizada de lo que aparece en la obra de Calvino. Otros documentos históricos que recogen enseñanzas de las Iglesias reformadas son el Catecismo de Heidelberg (1563) y la Segunda Confesión Helvética (1566). En la actualidad, también merece destacarse la Confesión de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos, que fue aprobada en 1967.
En relación a los sacramentos, son sellos y signos santos del pacto de la gracia, establecidos por Dios, para representar a Cristo y sus beneficios. En cada sacramento hay una unión espiritual. La gracia que se expresa en los sacramentos no se imparte porque en ellos resida poder alguno, sino de la acción del Espíritu Santo por medio de los elementos utilizados en cada sacramento.
La Iglesia Presbiteriana acepta solamente dos sacramentos instituidos por Jesucristo: el Bautismo y la Santa Cena. Los presbiterianos creen que el bautismo es un sacramento instituido por Jesucristo, en el cual la persona ingresa en la Iglesia y es un signo del sello del pacto de la gracia y de su injerto en Cristo, de su nuevo nacimiento y del perdón de los pecados. El elemento externo utilizado es el agua y se bautiza a la persona en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ya que el bautismo se aplica solamente una vez en la vida. No es necesario sumergir a la persona, y se acepta cualquier bautismo realizado por otra denominación religiosa cristiana (no incluyendo a la Iglesia Católica o la Ortodoxa) siempre que se haya efectuado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El bautismo también se aplica a los niños. La Cena del Señor es el otro sacramento de los presbiterianos. Es una conmemoración del sacrificio que hizo Jesucristo en la cruz del Calvario. Los elementos externos son el pan y el vino que representan el cuerpo y la sangre de Cristo, respectivamente. Por lo tanto, los presbiterianos no creen en la doctrina católica de la transustanciación.
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